¿te importa la palabra de Dios?

¿Es Realmente Importante la Palabra de Dios Para Mí?

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”

Josué 1:8

Un amigo me contó que en una ocasión cuando él estaba muy enamorado de una de joven, él podía recordar perfectamente casi todo lo que había platicado con ella, aunque parecieran temas intrascendentes, y aunque seguramente ella no recordara nada; su memoria simplemente almacenaba todo aquello que salía de la boca de ella como algo bastante especial, recuerdo que él me dijo que:

- “Creo que simplemente recuerdo todo, porque ella es muy importante para mí.”

Y me dejo pensando muchísimo, pero muchísimo de verdad; en primer lugar porque me sentí identificado con él en esa sensación de enamoramiento y de sobre valorar a otra persona de esa forma, creo que todos la hemos vivido; y en segundo lugar, porque me impacto pensar que muchas veces somos así con otras personas, pero puede ser que nos cueste ser así con Dios y Su Palabra, la Biblia y con todas “Sus Palabras” que están allí escritas:

“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta

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partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Hebreos 4:12

Si, y solamente si, Dios es importante en tu vida, entonces Su Palabra, con todas “Sus Palabras” ahí escritas, serán importantes para ti. ¿Pero, de donde proviene todo esto? ¿Acaso nacerá de ti? La verdad no. En realidad nace de buscar con un corazón sincero exponerte a la misma dulce y santa Palabra de Dios. Recordemos que la misma Biblia declara que: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Rom. 10:17)

¿Cómo saber que valoramos la Palabra de Dios? Pues algunas preguntas claves que podrían servirnos de autoexamen son:

¿Cuánto tiempo dedico a la lectura/estudio de la Biblia?

¿Medito lo que la Biblia dice y lo aplico en mi vida?

¿Memorizo porciones del texto bíblico?

¿Comparto a otros lo que he aprendido y puesto en práctica?

Y es aquí donde quiero introducir algo muy práctico que nos puede servir para mejorar en darle la importancia que realmente tiene la Palabra de Dios, esta herramienta la podemos llamar:
“La Estrategia de las 3 M’s”

Esta estrategia consiste en practicar dos disciplinas espirituales (Meditar, Memorizar) y obtener un fruto de ello (Mencionar), quizás se pueda visualizar más como una sencilla formula matemática, algo así como:

Meditar + Memorizar = Mencionar

Y lo veremos a la luz de los siguientes pasajes:

“1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.

3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.”

Salmos 1:1-3

La Biblia no es un libro para leer. Déjame repetírtelo: la Biblia NO es un libro para leer… ¡La Biblia es un libro para estudiar, meditar y considerar! No basta solamente leer la Biblia, debemos escudriñarla y permitir que ella nos enseñe cuáles son los verdaderos pensamientos e intenciones de nuestro corazón. Es un libro único de verdad porque es la Palabra de un Dios verdadero.

Producto de nuestra relación con Dios a través de Su Palabra es que nosotros podemos “llenarnos” de las cosas buenas que están allí escritas, cuando eso sucede, paulatinamente y sin pensarlo ni premeditarlo comenzamos a usar Sus Palabras con regularidad y, sí nuestras palabras son las palabras de Dios, entonces ellas tendrán la suficiente fuerza para alterar nuestro entorno.

Jesús dijo:

“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.”

Lucas 6:45

Así que mi estimado lector, ¿Qué piensas al respecto? ¿Es realmente importante la Palabra de Dios para ti? ¿Crees que vale la pena considerar lo que Él tiene que decir? Pues espero que sí, porque créeme que en Su Palabra millones de personas hemos encontrado la verdad, y, por ende, hemos sido libres y nuestros corazones se han llenado de paz.

¡Que Dios te guíe y cuide siempre!